Choi Kang-hee al mando de China: ¿Choque con Corea en puerta?

Primer encuentro inesperado

¿Quién habría imaginado que el entrenador coreano que reinó en la K League podría liderar la selección china? Choi Kang-hee conquistó seis títulos de liga y dos Champions asiáticas con Jeonbuk Hyundai Motors, y luego prolongó su legado en la Superliga china al frente de Tianjin Quanjian, Dalian Yifang, Shanghai Shenhua y Shandong Taishan. Tras el fracaso en la clasificación al Mundial 2026 y la salida de Branko Ivankovic, además del interinato de Dejan Jurjević, la Asociación China de Fútbol ha colocado a Choi en lo más alto de su lista de candidatos.

Reacciones de aficionados

En blogs de Naver y Tistory, los comentarios van desde la ovación al entrenador hasta el recelo ante la idea de enfrentarse a Corea. Varios foros destacan su dominio del mandarín y su entendimiento del fútbol local como puntos fuertes, mientras que algunos hinchas coreanos plantean el dilema ético de verlo en el banquillo rival. En comunidades como DCInside y PGR21, la proporción de mensajes favorables supera al 60% entre usuarios que admiran su trayectoria, pero hay un 40% que critica su decisión si acepta el reto.

Contexto cultural y deportivo

Este posible fichaje simboliza el intercambio histórico entre Corea del Sur y China en el fútbol. Choi no solo aporta conocimientos tácticos, sino también un puente cultural: su respecto por las costumbres y su experiencia en clubes chinos le han ganado admiración. La prensa local subraya que su llegada podría inyectar disciplina coreana y amplificar la pasión masiva que caracteriza al público chino, un combo que promete revitalizar un proyecto nacional que busca estabilidad tras las derrotas en la EAFF E-1 Championship y en la clasificación mundialista.

Mirando hacia el futuro

Las negociaciones podrían prolongarse hasta el invierno, pues Choi tiene aún medio año de contrato con Shandong Taishan. De concretarse, el calendario podría incluir un amistoso o hasta un duelo oficial contra Corea, poniendo al entrenador frente a su país natal. Ese choque pasaría a la historia como uno de los momentos más emocionantes del fútbol asiático, donde la rivalidad se viviría tanto en la cancha como en las gradas repletas de hinchas coreanos y chinos expectantes.